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En esta temporada de calor, es necesario recordar que por más tentadores que sean los ríos, arroyos, presas, bordos y pilas de agua,  no son la mejor opción para realizar actividades acuáticas como el nado. Es preferible utilizar los embalses adecuados para ello como piscinas o centros de recreación, albercas públicas, donde la visibilidad en el agua es fácil además de contar con personal capacitado para brindar primeros auxilios en caso de ser necesario.

Presas y bordos terminan siendo la opción más fácil pero también la más riesgosa, ya que buscando la diversión sea por la falta de cobro o por estar más cerca del sitio donde se vive o se visita, al no tener las medidas necesarias de seguridad, desconocer el lugar, realizar las actividades bajo los efectos del alcohol o incluso sin saber nadar, los bañistas son rápidamente  superados en profundidad a comparación de su altura.

Estos embalses de agua reúnen elementos que en su conjunto son un combo peligroso:

• Agua fría
• Turbia que impide la visibilidad
• Fondo rocoso, con ramas y otros artículos que pueden ocasionar lesiones o resbalones
• Material suelto que puede inmovilizar piernas o brazos al enredarse

• Socavones y declives pronunciados

• Corrientes de agua

Estos aspectos dificultan y ponen en riesgo la vida a los pocos minutos de ingresar al agua.
Además en temporada de lluvia, existe un elemento más que debe considerarse, la corriente de agua y el nivel que aumenta en muy poco tiempo a consecuencia de alguna represa, bordo, presa o incluso una lluvia cuesta arriba, puede provocar que el nivel aumente sin aviso alguno, impidiendo que los presentes se resguarden de manera oportuna.

Es necesario por ello mantenerse siempre alerta y en caso de detectar que hay lluvia  alejarse de estas zonas o si se logra observar un crecimiento en el cauce igualmente retirarse de inmediato para evitar cualquier peligro.