El ritmo actual de vida exige en muchas ocasiones el manejo de distintas cosas a la vez, apuntes, teléfono, internet, una plática, entre otras. El problema es que en cierto momento perdemos la noción de los hechos y cometemos errores por omisión. Este ritmo muchas veces es transferido como una práctica común en actividades como la caminata, la convivencia y la conducción de automóviles, pero no siempre tiene buenos resultados.
Se estima que el 70% de los accidentes automovilísticos se originaron por una distracción de tan sólo 3 ó 5 segundos del volante, las causas comunes:
– Uso de celular
– Atención a niños, pasajeros o animales al interior del vehículo
– Comer o arreglo personal
– Cambiar la estación, música o cigarrillo
Celular: El soltar el volante durante la conducción por contestar una llamada, representa un aumento de entre 5 y 10 veces más la posibilidad de sufrir un accidente. Actualmente existen diversos dispositivos que han tratado de reducir este problema, como los sistemas bluetooth, sin embargo también hay riesgo de distraerse según la intensidad de la plática.
Atención a pasajeros: El voltear 3 segundos para verificar el estado que guardan los niños, amigos, familia o la mascota son suficientes para invadir un carril o avanzar rápidamente hacia una curva o un vehículo. Es mejor colocar espejos de visión, con ello no perderá la vista del camino.
Actividades personales: Las prisas no son buenas, provocan un acelerado continuo, una reducción de la conciencia del peligro y la distracción constante. Tomar un bocado, arreglarse la corbata, maquillarse, son tareas que se realizan comúnmente, pero representan un problema si se realizan al mismo tiempo que el manejo de un automóvil.
Preferencias y Gustos: El automóvil y lo que realizamos dentro de él es un reflejo de nuestra personalidad, pero actividades tan simples como cambiar de música, fumar un cigarro o activar algún botón o manija de la unidad requieren una redirección de la fuerza, la concentración y de la atención; a pesar de que el diseño ha facilitado el acceso a las funciones, son comunes los errores, por ejemplo se ha colocado los botones de avance y volumen más accesibles en el propio volante o en consola central, pero el automovilista no se conforma con ello, sino que busca mientras conduce un nuevo CD o la USB que contiene la música que le gusta, además en vez de guiarse con el sonido, tiene que forzosamente girar el rostro hacia la pantalla para ver el nombre de cada pista.
Durante rutas largas, se recomiendan algunas actividades como escuchar música a un volúmen adecuado, descansos que evitan la fatiga o el cansancio, sin embargo, esto no quiere decir que deban de realizarse durante la conducción, sino preverlas antes de iniciar la marcha o aprovechar las paradas para realizar cambios, además de que siempre será lo mejor detenerse a descansar cada 2 horas y durante la noche preferir hospedarse para recuperar fuerza y concentración.
Conducir con distracciones es igual de peligroso que conducir con los ojos vendados, ya que confiamos a un solo sentido el avance del vehículo y este puede ser de entre 5 a 60 metros en pocos segundos.